
Un show en cada canción: reseña y fotos de Future Islands en El Plaza
No veíamos día de tener a Future Islands frente a nuestros ojos de nuevo. Recordemos que su debut en la ciudad se llevo a cabo en el Festival NRMAL el primero de marzo del 2015.
Originarios de Carolina del Norte, la banda se formó en el 2006 por Gerrit Welmers (tecladista y fundador de la banda), William Fashion (bajista), Samuel Herring (vocalista) y Michael Lowry (baterista). El año pasado lanzaron su quinto álbum de estudio The Far Field, y el Plaza Condesa fue el venue perfecto para escuchar las nuevas melodías.
Las canciones más coreadas fueron las de su álbum Singles. Con A Dream of You and Me, Seasons (Wainting On You), Spirit y Doves lograron una conexión en la que todos descubrían la finalidad de la noche: bailar y disfrutar sin pensar en el qué dirán; tal como Sam.
Sam es una fiera en el escenario, entre golpes de pecho o en la cara, patadas, brincos, bailes exóticos y dramatizaciones, logra la interpretación única de cada pieza. Reencarnando el significado de las letras y como él mismo cuenta: Es todo lo que en algún momento sintió.
A pesar de que William, Gerrit y Michael se mantienen muy serios y algo estáticos, complementan la nostalgia y energía en el escenario. Por momentos pareciera que Samuel rompería en llanto, incluso en un lapso de aplausos miró fijamente a lo lejos y se tocó los brazos demostrando que tenía la piel “chinita”. Agradecía en cada oportunidad que tenía: “Muchas gracias” (en español), “You’re amazing” y todos enloquecían aún más.
Una de las canciones más esperadas de la noche fue Ran y Walking Through That Door donde nos demostró que puede alcanzar guturales sin problema. El rango vocal de Sam es espectacular, y la experiencia en vivo es como ponerle “play” a la canción. Cada melodía tiene el sello característico de Gerrit, que incluso al final del concierto durante el encore en las piezas más tranquilas, la vibra y armonía se mantenían y era única.
Más de diez años juntos y 5 álbumes han logrado el sonido característico de synthpop. Los beats bailables y la inconfundible voz de Samuel nos regalaron una noche inolvidable.
Ojalá no tengamos que esperar 3 años más para deleitarnos con ese manjar de emociones.
Fotos: Oscar Villanueva